La finalidad de este blog es intentar restablecer una de mis necesidades más insatisfechas. Estoy hablando de una necesidad que Maslow no incluyó en su pirámide pero que (al menos en mi caso) ocupa un lugar muy importante dentro de la jerarquía: se trata de hacer el tonto, decir tonterías y todas aquellas combinaciones que puedan hacerse entre un verbo y la palabra tonto y sus derivados, con la finalidad de liberar parte de mi inconsciente... y del tuyo, si quieres.




3 jul 2011

Vive al límite: di adiós a Tuenti




Fue muy fácil convencerme. De hecho, ni siquiera fue necesario intentarlo.


Tuenti y yo estábamos a punto de hacer tres años juntos este mes de Agosto. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando me hablaron de él por primera vez: "¿no conoces Tuenti? ¡Pero si todo el mundo tiene! Eso sí, te hace falta una invitación". ¿Invitación? ¡Qué calidad! Tenía que hacerme con uno como fuera. Sin embargo, ninguno de los miembros de tan selecto club pudo (o quiso) ofrecerme nada y las mafias de internet aprovechaban la bondad y generosidad de esta gente para traficar con las pocas invitaciones sobrantes.

Y así pasé mi primer año de carrera: sin Tuenti (algún día puede que explique cómo sobreviví). Sin embargo, ese mismo verano, cuando yo casi lo había olvidado, una amiga me bendijo con una invitación. ¡No podía creerlo! Estaba realmente emocionada.

Entonces te vi por primera vez, y recuerdo que me guiñaste un ojo. Yo no sabía muy bien cómo actuar contigo, así que intenté hacer lo que hacían los demás. Poco a poco empezamos a coger confianza y no hizo falta mucho tiempo para darme cuenta de que yo sólo te quería para una cosa: para jugar. Así, estuvimos varios años jugando, me hacías reír a carcajadas y las tonterías que hacíamos y decíamos eran cada vez más grandes y absurdas. Lo pasábamos tan bien que quizás fue eso lo que hizo que tardara en darme cuenta de que tú jugabas a dos bandas.

Siempre has sido muy sociable: te encantaba hacer nuevos amigos, felicitar y que te felicitaran por tu cumpleaños, aparecer en miles y miles de fotos, ser invitado a los eventos, los mensajes y los cotilleos. Yo era consciente de ello. Lo que no sabía es que dabas más información acerca de mí de lo que yo consideraba oportuno.

Hace unos meses empecé a agobiarme y a menudo fantaseaba con lo que podría suceder si me deshacía de ti, pero nunca me atreví a dar el paso. Hasta que alguien lo hizo primero.

Dejaste un vacío en mi imaginación: ¿Cómo iba a hacer yo el tonto ahora? Entonces me acordé de Blogger, un viejo amigo que me prometió estupideces sin fin y siempre asegurándome la máxima discreción, sin ningún tipo de obligación. 


                                                                       



3 comentarios:

  1. Tu primer grito estridente!!

    Sobrevivir sin tuenti no es fácil; de hecho, no me creo capaz.

    Me pasaré a menudo =P

    ResponderEliminar
  2. jajajajajajaj verás como te acostumbras :)

    Y gracias por pasarte ;)

    ResponderEliminar
  3. JAJAJAJAJAJAJAJAJA...NO PUEDO AÑADIR NADA MAS

    ResponderEliminar