La finalidad de este blog es intentar restablecer una de mis necesidades más insatisfechas. Estoy hablando de una necesidad que Maslow no incluyó en su pirámide pero que (al menos en mi caso) ocupa un lugar muy importante dentro de la jerarquía: se trata de hacer el tonto, decir tonterías y todas aquellas combinaciones que puedan hacerse entre un verbo y la palabra tonto y sus derivados, con la finalidad de liberar parte de mi inconsciente... y del tuyo, si quieres.




31 jul 2011

Brecha en el continuo espacio-temporal




Esta entrada es improvisación e incertidumbre y todo parecido con Oliver y Benji es pura coincidencia.



Ahora cierra los ojos. Bueno, no, sólo piensa que los cierras. E imagina lo siguiente:

Eres un alien de una pequeña galaxia irregular que decide hacer un viaje a la tierra. ¿El motivo? Has recibido constantes invitaciones del director de tu club de fans que no puedes rechazar.  

Estás tan emocionado por encontrarte con Iker Jiménez que olvidas llenar el depósito de polvo cósmico y cuando giras en la nebulosa de Orión, te das cuenta de que ya es demasiado tarde. Es entonces cuando eres consciente de que debes poner en práctica todos tus conocimientos (escasos, por cierto) sobre el aterrizaje forzoso de ovnis.

Sin embargo, tu vehículo es tan grande y llamativo que sabes que será visto por los habitantes del planeta como algo amenazante, cuando lo último que quieres es sembrar el pánico en una población que tanto interés muestra por los de tu especie. Por ello, optas por la desintegración temporal. Tu nave espacial desaparece, tus partículas quedan suspendidas en el aire y una corriente de aire pegajoso te arrastra al interior de una vivienda.

Nunca antes has visto un humano, por lo que estás muy emocionado. Recobras tu forma alienígena y te mueves sigilosamente por el lugar. Entonces, llegas a una habitación oscura. Allí ves una figura relajada y extendida sobre una superficie elevada. Sabes que está descansando y te parece una criatura tan inofensiva que decides que ésta será tu objeto de estudio durante los próximos días (para acostumbrarte al comportamiento humano). Tras cinco días de observación estableces un horario con las actividades del humano que introduces en tu ordenador telepático para así obtener un retrato más completo de la raza humana en general.

Y te sientes desconcertado cuando lo único que tu tecnología avanzada puede devolverte es la siguiente imagen:




¿A qué tipo de persona has estado analizando?

26 jul 2011

¡Sólo tienes que seguirme la corriente!




Una noche de verano, en un pequeño pueblo de Castellón, dos chicas universitarias se entretenían jugando con plastilina. Estaban concentradas, como si la vida les fuera en ello, y tan sólo intercambiaban palabras para hablar de sus progresos y/o resultados. Luego, claro, venían las risas (escandalosas en su mayoría).

Y no, ninguna de ellas se sentía ridícula (lo cual a estas alturas puede ser un problema) , sino todo lo contrario: les gustaba y se lo estaban pasando bien. Consiguieron incluso atraer a un tercer participante.


Curiosamente, esa misma noche una de ellas descubrió algo que la plastilina no podía enseñarles:

¡¡¡Es relativamente fácil pasar de comer mierda a presidente si sabes cómo jugar tus cartas!!!




21 jul 2011

TARDIS: Time And Relative Dimension In Space




AVISO: te encuentras ante una entrada sobrecogedoramente friki. Y creo que el hecho de verme en la necesidad de avisarlo, ya lo es. Vamos a jugar con contenidos pertenecientes a una realidad alternativa y, por lo tanto, potencialmente peligrosos para la mente del ciudadano de a pie. Aunque si ya estás loco o no tienes pies, o las dos cosas, no creo que haya problema.

Anoche, tras mi cita con el Doctor, se dispararon mis niveles de imaginación y con ello la necesidad de expresar una serie de alienigenadas, inconsistencias y quizás extravagancias que, por supuesto, para mí no lo son.


Necesito hablar de la TARDIS: Time And Relative Dimension In Space.

Se trata de la nave espacial del Doctor, gracias a la cual puede viajar a través del tiempo y el espacio (aunque cumple otras funciones como la de remolque de naves espaciales). Adopta la forma de una de las antiguas cabinas de policía de Londres (lo cual hace que sienta un amor muy profundo, puro y eterno por ella) y presenta un interior inmenso, desde donde el Doctor puede pilotarla. Entre las propiedades de la TARDIS, me quedo con la habilidad con que capacita a sus pasajeros para hablar y entender otras formas de lenguaje (lo cual me ayudaría a entender a muchas personas).

Quiero una. ¿Es estrictamente necesario ser un Señor del tiempo para tener una de esas? Es que yo no soy un señor, y menos del tiempo (los que me conocen ya lo saben). Estaría bien tener un medio con el que poder viajar en el tiempo: al futuro, al pasado y al presente en paralelo. Dimensiones alternativas. Pasaría de moda el mandar a la gente al infierno, ya que lo que se llevaría entonces sería dejarlos suspendidos en el espacio al borde de un agujero negro. Las conversaciones con los aliens no serían más que una forma de pasar el rato esperando la llegada de la TARDIS a su próximo destino: donde TÚ quieras. O mejor todavía: donde YO quiera.


¿Por qué, Doctor?


¡Me pido ser tu próxima acompañante, independientemente de la forma física que adoptes!



11 jul 2011

Doctor Who


Es el Doctor
Señor del tiempo
Viaja a través del tiempo y el espacio
Salva planetas
Rescata civilizaciones
Derrota a terribles criaturas
Y...¡Corre mucho!



P.D. Os presento a Dios  

3 jul 2011

Vive al límite: di adiós a Tuenti




Fue muy fácil convencerme. De hecho, ni siquiera fue necesario intentarlo.


Tuenti y yo estábamos a punto de hacer tres años juntos este mes de Agosto. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando me hablaron de él por primera vez: "¿no conoces Tuenti? ¡Pero si todo el mundo tiene! Eso sí, te hace falta una invitación". ¿Invitación? ¡Qué calidad! Tenía que hacerme con uno como fuera. Sin embargo, ninguno de los miembros de tan selecto club pudo (o quiso) ofrecerme nada y las mafias de internet aprovechaban la bondad y generosidad de esta gente para traficar con las pocas invitaciones sobrantes.

Y así pasé mi primer año de carrera: sin Tuenti (algún día puede que explique cómo sobreviví). Sin embargo, ese mismo verano, cuando yo casi lo había olvidado, una amiga me bendijo con una invitación. ¡No podía creerlo! Estaba realmente emocionada.

Entonces te vi por primera vez, y recuerdo que me guiñaste un ojo. Yo no sabía muy bien cómo actuar contigo, así que intenté hacer lo que hacían los demás. Poco a poco empezamos a coger confianza y no hizo falta mucho tiempo para darme cuenta de que yo sólo te quería para una cosa: para jugar. Así, estuvimos varios años jugando, me hacías reír a carcajadas y las tonterías que hacíamos y decíamos eran cada vez más grandes y absurdas. Lo pasábamos tan bien que quizás fue eso lo que hizo que tardara en darme cuenta de que tú jugabas a dos bandas.

Siempre has sido muy sociable: te encantaba hacer nuevos amigos, felicitar y que te felicitaran por tu cumpleaños, aparecer en miles y miles de fotos, ser invitado a los eventos, los mensajes y los cotilleos. Yo era consciente de ello. Lo que no sabía es que dabas más información acerca de mí de lo que yo consideraba oportuno.

Hace unos meses empecé a agobiarme y a menudo fantaseaba con lo que podría suceder si me deshacía de ti, pero nunca me atreví a dar el paso. Hasta que alguien lo hizo primero.

Dejaste un vacío en mi imaginación: ¿Cómo iba a hacer yo el tonto ahora? Entonces me acordé de Blogger, un viejo amigo que me prometió estupideces sin fin y siempre asegurándome la máxima discreción, sin ningún tipo de obligación.